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Wednesday, September 14, 2011

De nacionalismos y otros ismos

El último 12 de marzo de 2011 , el primer ministro italiano Silvio Berlusconi asistió a la Opera de Roma. Italia festejaba el 150 aniversario de su unificación, y en esa ocasión se dio una representación de "Nabucco" de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Riccardo Muti. "Nabucco" evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y su famoso coro "Va pensiero" es el canto de los esclavos oprimidos. En Italia, este canto es el símbolo de la búsqueda de libertad del pueblo, que a finales del siglo XIX --época en que se compuso la ópera-- estaba oprimido por el imperio Habsburgo, al que combatió hasta la creación de la Italia unificada.

Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde de Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso denunciando los recortes al presupuesto de cultura que hizo el gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y viejo ministro de Berlusconi. Esta intervención política, en un momento cultural de los más simbólicos para Italia, produciría un efecto inesperado, puesto que Berlusconi en persona asistía a la representación.

Relatado luego a el Times, Riccardo Muti, director de la Orquesta, contó que fue una verdadera velada de revolución: "Al principio hubo una gran ovación en el público. Luego comenzamos con la ópera. Se desarrolló muy bien hasta que llegamos al famoso canto "Va pensiero". Inmediatamente sentí que la atmósfera general se tensaba. Hay cosas que no se pueden describir, pero uno las percibe. Ocurrió que en el momento en que la gente se dio cuenta de que empezaba el "Va Pensiero", el silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción visceral del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y perdida".
Cuando el coro llegaba a su fin, ya se oían en el público varios "bis", y todos comenzaron a gritar "¡Viva Italia!", "¡Viva Verdi!", "¡Larga vida a Italia!". La gente en el gallinero comenzó a arrojar papeles con mensajes patrióticos. En una única ocasión Muti había aceptado hacer un 'bis' para el "Va Pensiero" en la Scala de Milán en 1986, puesto que para él la ópera no debe sufrir interrupciones. "Yo no quería sólo hacer un 'bis'. Tenía que haber una intención especial para hacerlo", relata. En un gesto teatral, Muti se dio vuelta y miró a la concurrencia y a Berlusconi a la vez, y dijo:

"Sí, estoy de acuerdo con esto. '¡Larga vida a Italia!'. Pero... Ya no tengo más 30 años y he vivido mi vida, he recorrido bastante el mundo, y hoy tengo vergüenza de lo que sucede en mi país. Entonces accedo a vuestro pedido de un 'bis' para el "Va Pensiero" nuevamente. No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía el Coro que cantó "Ay mi patria, bella y perdida", pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria estaría en verdad "bella y perdida".

(Aplausos, incluidos los de los artistas en escena)

Continuó: "Ya que reina acá un clima italiano, yo, Muti, debo decir que me callé la boca durante muchos años. Quisiera ahora que le diéramos sentido a este canto; estamos en nuestra casa, el teatro de Roma, y con un Coro que cantó magníficamente bien y que acompañó en forma espléndida la orquesta. Si quieren, les propongo unirse a nosotros para que cantemos todos juntos".

Entonces invitó al público a cantar con el coro de esclavos. "Vi grupos de gente levantarse. Toda la Opera de Roma se levantó. Y el Coro también. Fue un momento mágico".

"Esa noche no fue solamente una representación de "Nabucco", sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos."

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