De Purísima y oro
La emBoscada

Si los obispos piden adelanto electoral, este Blog se une a la campaña de
Wayoming y pide el adelanto del juicio final como solución definitiva a la crisis
¡No más parches!

Saturday, October 29, 2005

Ni él ni yo entendimos nada (nunca) o ¡todo es mentira, hasta al tren!

Cuentan que, muy cerca de aquí, hace ya (como de casi todo) algún tiempo, había un nombre de mediana edad, que recorría sin cansancio los cinco kilómetros que le separaban de Ronda arrastrando una rama de un árbol a modo de remolque, mientras imitaba el sonido de un coche.
Llegaba a la estación de ferrocarriles a eso de las cinco y media y pedía un billete, que nunca pagaba, para volver en el correo a su pueblo natal.
Dicen que un día, con el tren estacionado en la vía, pidió su acostumbrado billete, el empleado de la taquilla, cansado de pagar de su bolsillo, le contestó: ¡Hoy no hay tren!.
El tonto, sorprendido por la afirmación, volvió la cabeza hacia el andén, se quedó fijamente mirando al tren estacionado y exclamó: ¡¡¡ Todo es mentira, hasta al tren!!!
Está claro, que el tonto y yo no hemos entendido nada, (nunca) ni queremos entender, sería demasiado fuerte, demasiado racional para nosotros.

Por cierto hoy se ha ido alguien que tampoco entendió nada nunca o tal vez lo entendió todo y por eso se fué, ¡va por él!

Thursday, October 27, 2005

rana Posted by Picasa

Yo he visto la rana

Yo he visto la rana una noche de lluvia, sigue allí, rana o batracio, amuleto intemporal de inserción ósea, simbolo de la lujuria o la castidad, inmutable adorno frontal, yo te he visto con mi sueño hecho realidad, mientras, el pasado que nunca debió salir de Ronda, me pedía volver aunque fuera muerto.
Yo veré la rana otra noche de lluvia, con mi sueño y mi pasado y te traeré y como Miguel Hernández a Ramón Sijé te regresaré y "besaré tu noble calabera" y "volverás al arrullo de las rejas/ de los enamorados labradores" "que tenemos que hablar de muchas cosas compañero del alma, compañero"

Wednesday, October 26, 2005

Lo más seguro es ¿quien sabe?

Como puede ver mi amigo Antonio, he dejado atrás mis afirmaciones rotundas, yo... que partía de la seguridad absoluta, dudo de todo y prometo que nada tiene que ver el maldito Estatut.
Alguien habrá, que leerá esto y me entenderá, o quizás nadie me entienda, o tal vez, nadie me lea, ¡joder, tampoco soy yo Cervantes! o tal vez alguien..., algún observador participante, de esos que alteran la realidad con solo mirarla, me lea y me transforme y entonces, ese principio de incertidumbre que ahora me inunda, se convierta en un final de certidumbre profetizado por los echadores de cartas.
Al fin y al cabo el destino manda, y lo que durante mucho tiempo no es, de pronto, se convierte en realidad, y tú que lo miras con los ojos con los que se mira un sueño, no eres capaz de articular palabra, es como el despertar de una anestesia con Talamonal, la mente te funciona pero el gesto es lento y pesado, como la larga espera, como el olvido... como el dolor o el odio, y tiemblas, ¡claro que tiemblas! y callas porque temes... porque la realidad, a veces, da más miedo que el deseo, y te retiras como para tomar distancia y ser más objetivo y vuelves a ver lo mismo: era verdad
Y caminas, al final siempre está el camino, el que sube o el que baja, el que va o el que viene y al final del camino, sea como sea éste, sólo tienes una cosa cierta: lo más seguro es ¿quién sabe?

No lo entiendo

Decía mi amigo Rafael, poeta de la transición y el compromiso, que no entendía la democracia orgánica, yo tampoco. Como tampoco entiendo a los que se admiran de la Creación, sí, sí, creación con mayúsculas, que no estoy hablando de la Pasarela Civeles ni de Pedro del Hierro.
Este mundo, curioso donde las haya, esta al revés, y a las pruebas me remito:
Cuando uno es niño y quiere jugar lo mandan a estudiar.
Cuando es mayor y quiere estudiar le dicen que ya no tiene sentido y lo ponen a jugar (cartas, parchis, dómino...)
Cuando uno es niño y quiere moverse, saltar etc. te obligan a quedarte quieto
Cuando nos hacemos mayores y la artrosis nos muele con dolores nos aconsejan andar, salir al campo, etc.
Cuando uno es joven quiere comer y no tiene dinero, resultado: no come o come mal.
Cuando es mayor tiene dinero pero también colesterol, resultado: no come o come mal.
Cuando tiene los niños pequeños y van a todas partes contigo el coche es pequeño y te cabreas.
Cuando por fin te has comprado un coche grande los niños son grandes y ya no quieren ir contigo por lo que te cabreas.
Cuando eres joven vives en un piso y los niños te joden la vida jugando en el puñetero piso de 80 metros.
Cuando logras comprar una casa grande con jardín y piscina los niños ya no están, odian bañarse, son alérgicos a las flores y le salen urticaria en el campo, en resumen, van por Nochebuena, el año que no les toca con la suegra.
Cuando eres joven y puedes hacer el amor varias veces al día, no tienes con quien.
Cuando eres mayor y tienes con quien, hacerlo una vez a la semana es de premio.

Monday, October 24, 2005

B-osco T-osco

Una letra puede cambiar el sentido de una plabra, una palabra puede cambiar el sentido de una frase, una frase puede cambiar el sentido de un pensamiento, un pensamiento puede cambiar el sentido de una doctrina, el sentido de una doctrina puede cambiar el mundo.
Decía El Maestro, que el cambio de una letra de una palabra había cambiado al toreo, cuando los toros eran toros y no bisontes, los matadores se desgañitaban gritando a sus picadores ¡Dále, Dále!, al ponerse de moda los toros abisontados o tal vez, los bisontes atorados, los matadores se vieron obligados a cambiar la "d" por la "v" y comenzaron a quedarse roncos de gritar ¡vale, vale!
Si alguien me cambia la letra "b" de mi nombre por la letra "t", pasaré a llamarme Tosco, por lo que en lugar de Bosque, que es la traducción del Italiano Bosco al español, pasaré a ser Grosero, sin pulimento ni labor, inculto, sin doctrina ni enseñanza.
Tosco viene del latín vulgar Tuscus y este, a su vez, de Vicus Tuscus, el barrio etrusco, por alusión a la gente libertina que vivía en esta zona de Roma, que debía de ser algo así como la zona del botellón pero sin Coca-Cola y sin Marqués de Larios.
No cabe duda que prefiero ser un Bosco Libertino (que siempre será una cosa divertida) a un Tosco grosero, que siempre será más desagradable y con mucho menos glamur.
Seré, a partir de ahora, más libertino y menos Tosco, cambiemos pues, la "t" por la "b". Así sea