Un gobierno que reduce el sueldo de los funcionarios y congela las pensiones teniendo una economía sumergida del 23% del PIB, es decir, unos 208.000 millones de euros es un gobierno que, como mínimo, ha perdido la sensibilidad social.
Los 15.000 millones de € que el gobierno se va a ahorrar del recorte presupuestario, incluida las inversiones, representa el 1,5% del PIB y el 7,2% de la economía sumergida, con un mínimo esfuerzo fiscalizador sería relativamente fácil superar esta cifra con cargo al 23% de economía sumergida, pero claro es mucho más fácil no pagar a un colectivo de pringaos que fiscaliar a unos pocos listos. Hacerlo sería una actitud valiente de un gobierno socialista, lo que se ha hecho no es ni de valientes (por mucho que lo diga Trichet) ni socialista (por mucho que se empeñe Zapatero).
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