La crisis del pepíno va mucho más allá de las pérdidas económicas, España pedirá que los responsables alemanes paguen las indemnizaciones correspondientes, lo malo de esto es que lo pagaremos todos los europeos y no los auténticos responsables que no son otros que el gobierno de Lander de Hamburgo, una vez pagada la crisis a los bancos ¿quien nos va a salvar de pagar la de los pepinos?.
Independientemente de haber provocado daños económicos, Alemania ha provocado un daño peor se han pasado por el forro del bolsillo absolutamente todos los protocolos de alarma sanitaria establecidas por la Unión Europea y por el Sistema, al final Alemania quiere decidir nuestra fecha de jubilación, la duración de las vacaciones y como la señora Merkel se lo proponga, aunque no creo que sepa mucho de esto, nuestra frecuencia sexual.
Caso aparte merece los comentarios explicativos de Doña Soraya Saenz de Santamaría, que parece ser, justifica la actuación alemana en base a la debilidad del gobierno, por respeto a su condición de representante del pueblo renuncio a concretar la opinión que me merece ese comentario de la Señora Saenz.
Volviendo a las terribles diarreas que padecen los alemanes, me atrevo, recordando algo de lo que me enseñó mi maestro, a investigar el consumo de carne poco hecha (especialmente carne molida), leche cruda, aguas contaminadas, lechuga de hoja roja, brotes de alfalfa, y en menor medida la carne de venado, las aves de corral, cerdo y cordero.
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