Serrería

Inicio esta tanda de incoherencias llamadas serrerías hablando del trabajo, sé que estamos en un momento dramático, es un tema delicado pero no por trágico está exento de incoherencias. Mi madre, mujer inculta pero sabia, siempre me decía que procurara trabajar con chaqueta, yo había alvidado el consejo, que por otra parte nunca entendí, hasta que tuve que descargar tres camiones de gravilla del dos, en consejo de mi madre quedo pesada y trabajosamente claro para mí.
Ahora, con la globalización el consejo sigue siendo válido, lo que ocurre es que la realidad se ha sofisticado, usos y costumbres nuevas nos han invandido.
La gente normal descansa o para de trabajar para comer, para ellos comer es el objetivo, la razón de su trabajo; para otros, la comida es una herramienta de trabajo, ellos trabajan cuando comen, son las famosas comidas de trabajo, es decir mientras unos trabajan para comer, los otros comen para trabajar, éstos últimos han acuñado la famosísima frase de ¡hay que ver la de langostinos que tengo que comer para llevar un plato de lentejas a la casa!.
Si usted, como mi madre, quiere lo mejor para su hijo tiene ahora dos opciones, dígale que trabaje con chaqueta o bien que se quite la chaqueta pero que trabaje mientras come.