En 1844, por "especial deseo de la reina Isabel II", los
agentes de la Guardia Civil, eran obligados a llevar bigote, no bigotito estilo... ya sabes.. debían
ser grandes, poblados, en definitiva de respetables dimensiones, el objetivo no era otro que el de imponer "respeto". Los blanditos de barba echaban mano de mil trucos para pasar la revista.
Mi madre, que era contrabandista (por lo que yo me considero hijo del cuerpo) decía siempre ¡es más serio que el bigote de un guardia!
Estoy seguro de que me hubiera quedado bien el tricornio, a mi madre no sé si le hubiera gustado... nunca le pregunté.
Mi madre, que era contrabandista (por lo que yo me considero hijo del cuerpo) decía siempre ¡es más serio que el bigote de un guardia!
Estoy seguro de que me hubiera quedado bien el tricornio, a mi madre no sé si le hubiera gustado... nunca le pregunté.
No comments:
Post a Comment